viernes, 24 de septiembre de 2010

CONSUMISMO Y DESARROLLO

El CONSUMISMO es la herramienta más poderosa y eficaz del modelo neo liberal, pues, esclaviza y somete a la población. Lo vuelve dependiente y adicta anulando su iniciativa y creatividad. Algunos lo llaman la nueva religión del siglo XXI. El modelo no incentiva la producción, solo impulsa el consumo masivo de bienes y servicios en todas sus formas y modalidades, para eso el mercado ofrece abundancia y variedad de productos para los gustos más refinados y exigentes. No obstante, éstos son efímeros y pronto serán obsoletos de tal forma que el mantener el producto significará un alto costo – cuesta más la lavada que la camisa nueva – eso ocurre en la práctica que podemos graficar con un simple ejemplo: si el cliente compra una impresora económica tipo HP, Canon. Epson, etc., deberá experimentar que los cartuchos de tinta cuestan más que la propia impresora. En buena cuenta el modelo neo liberal podría incluso regalar los equipos en forma masiva, con el objeto de demandar la compra de insumos como cartuchos y tinta. Esta situación causa detrimento económico para la escasa economía del pueblo, pues, antes de cancelar la obligación contraída generalmente a plazos de 12, 24 y 36 meses, el bien deja de ser eficiente y no satisface a cabalidad los galopantes avances de la tecnología de tal forma que exige la innovación y/o actualización del producto. Vale decir, el cliente entra en un círculo vicioso que no tiene fin, y por eso las deudas crecen como bola de nieve hasta el extremo que muchas veces se tornan impagables.

A todo lo dicho se agrega el hecho que el modelo económico imperante promueve el pago cero o pago diferido; y por último, si no tienes dinero efectivo te darán más, de tal forma que el cliente generalmente sin criterio económico, piensa que llegó la hora de la felicidad, y no percibe que el costo final del producto crecerá en forma astronómica y terminará pagando más del ciento por ciento del precio que realmente paga un consumidor solvente con poder económico que compra al contado. Aquí se cumple el siguiente principio: El rico se hace más rico y el pobre más pobre. La felicidad del crecimiento es aparente; pero no es real.

En este estado de cosas el gobierno ha suscrito los famosos TLC con EE.UU, China, Corea, etc., con el objeto de generar bienestar y mejorar la calidad de vida para la población; pero al parecer el pueblo no percibe resultados, salvo la inundación del mercado nacional con miles de productos desde alfileres, agujas, tachuelas, medias, zapatos, vestidos, perfumes, licores, papeles, máquinas y herramientas desde las más simples como las conocidas “patas de cabra” que usan los ladrones para violentar las puertas, hasta tractores de orugas, retroexcavadoras, perforadoras, cargadores frontales, rodillos, autos Audi, Mercedes Benz, BMW, etc. Así como alimentos transgénicos de todo tipo, medicinas, prótesis para mejorar la apariencia del cuerpo, y qué decir de la sofisticada manufactura electrónica con alta tecnología. Entre tanto la producción nacional de subsistencia sea agrícola, pecuaria, y artesanal confronta severa crisis y no resiste la competencia del libre mercado. En efecto, sembrar papas, ollucos, camotes, yucas, chochos, choclos, verduras en general y otros; así como la producción artesanal no son rentables y solo permite la subsistencia; tampoco es criar gallinas, cuyes, conejos, carneros, vacas, etc. Surge así la panacea, y apunta a la explotación intensiva de minerales, gas, petróleo, teléfonos, financieras, grandes Malls, etc. Estos hacen su agosto en enero y generan ingentes ingresos económicos que engrosan las cifras del PBI; luego las autoridades se ufanan del crecimiento - estamos avanzando dicen - cuando en verdad crecen los inversionistas que se llevan las utilidades con el derecho que les confiere la seguridad jurídica y tributaria. Son éstos y los lobistas los que crecen; pero ello no significa bienestar, crecimiento, y desarrollo del las mayorías del pueblo del Perú.

Más de tres millones de compatriotas salieron del país y remesan divisas por un estimado de tres mil millones de dólares. En el ámbito nacional, los campesinos abandonan el campo para convertirse de pequeños productores de autoconsumo, en nuevos consumidores del mercado pero sin empleo digno, por eso crece el conflicto social. Las grandes urbes saturadas y con deficientes servicios confrontan el grave problema de la inseguridad ciudadana. No hay visos de solución inmediata.

Visión del problema: Creo firmemente que el aporte de los inversionistas sujetos a contratos ley en las concesiones mineras, gas, petróleo, teléfonos, etc., sujetos a estabilidad jurídica y tributaria no serían los más justos y equitativos, por es necesario revisar y/o renegociar los términos contractuales a fin de que la tributación y otros se calcule sobre precios de venta en el mercado internacional.

Exportamos oro, cobre, zinc, plata, molibdeno, etc. También alimentos de calidad: espárragos, frutas, pimiento piquillo, alcachofas, pescados, etc. No obstante, en el Perú recrudece la TBC, y la peste bubónica. Los pescados no solo sirven para alimentar personas, sino se queman para obtener harina de pescado que usan los países del primer mundo para engordar animales, mientras en Perú estos recursos son escasos y prohibitivos por su alto costo, razón por la que el consumo per cápita es mínimo, cuando deberían ser altos e indispensables para mejorar la calidad de nutrición popular.

El PBI crece por efecto de las exportaciones; pero ello no significa desarrollo. Por el contrario, nos preocupa la realidad de la calle cuando muestra un cuadro desolador que no se condice con los ingentes recursos naturales que exportamos a precios viles sin satisfacer necesidades primarias de la población, y es lacerante ver compatriotas tirados por las calles en las ciudades más importantes del país; niños trabajadores, malabaristas, o mendigos que no asisten al colegio; así como ladrones, asaltantes, y extorsionadores por doquier que amenazan a ciudadanos y autoridades. Eso nos hace pensar en la realidad nacional – sigue vigente la ley del embudo – y recordamos a Raimondi cuando dijo: “el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”. No es necesario ser experto en economía, sociología, o cualquier disciplina que imparten más de cien universidades y 400 filiales o más que existen en el país para entender el problema, solo es preciso observar las cosas con objetividad y buen criterio para comprender las causas que generan pobreza, como fluye de la información mediática que muestra con claridad el estado situacional de: inseguridad ciudadana, sub empleo, desempleo, desnutrición, salud, crímenes, drogas, corrupción, e injusticia con niveles de escándalo, todo ello genera indignación en los cueros más duros e insensibles.

¿Qué hacer en democracia?

Debemos promover e impulsar el desarrollo a partir de las materias primas y recursos naturales en general con valor agregado. Eso significa usar parte de los recursos para la industria y manufactura, los excedentes serían para exportación. No debería existir más la política de libre exportación de recursos naturales depredando y contaminando el medio ambiente. Primero somos los peruanos. Debemos desterrar la política nefasta que permite concesionar libremente cualquier tipo de recursos naturales no renovables como minerales, gas, petróleo, etc., desplazando a los nativos ancestrales sin prever una solución equitativa y justa. Debemos cambiar las reglas contractuales con sentimiento patriótico, vale decir, precisamos la participación de los nacionales en la distribución de utilidades o resultados de la explotación promoviendo el progreso.

¿Para qué existen más de cien universidades sino podemos fabricar alfileres pese a la abundancia y variedad de minerales que exportamos?

¿Para qué existen más de cien universidades si no podemos fabricar muebles con finas maderas que exportamos?

¿Por qué no embasamos alimentos en forma variada y masiva antes de exportarlos?

Es fundamental agregar valor a los recursos naturales. Debemos promover la manufactura.