lunes, 20 de abril de 2009

SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO Y LA GUERRA

Antiguamente se decía que el servicio militar obligatorio - SMO - era ejemplo de patriotismo. Pero, a través de la historia ocurrió que cuando surgió un problema el Perú terminó mutilando su territorio, incluso hasta el último conflicto con Ecuador, caso Tiwinsa. El resultado fue fruto de la improvisación, ausencia de planificación estratégica, carencia de logística con tecnología de punta, y tropas sin preparación, etc. A futuro debemos trabajar en función de metas y objetivos precisos dentro del mundo globalizado. Los pueblos no son islas, es preciso por ello pensar en grande integrando Pueblos Continente sin fronteras, y para ello es indispensable el uso de tecnología dejando de lado el viejo chauvinismo. Un proverbio Árabe dice: "Para quien no sabe a dónde va, cualquier camino lo llevará al lugar equivocado". Y desde ese punto de vista debemos preguntar: ¿Para qué queremos Servicio Militar Obligatorio en estos tiempos? ¿Qué tipo de Fuerza Armada necesitamos? Las respuestas deben ser claras y precisas en función de la realidad nacional y las posibilidades del país. Sería irresponsable promover la guerra, y/o pretender terminar el conflicto interno utilizando niños inexpertos que incluso no tienen ni salud completa. Al respecto la Defensoría del Pueblo ha mostrado preocupación que debemos escuchar. Tradicionalmente el Servicio Militar Obligatorio (SMO) se caracterizó por reclutar jóvenes de barrios marginales y en los andes, generalmente en situación de pobreza y pobreza extrema. La leva fue una forma nefasta para reclutar soldados, y en muchos casos vejatoria para la persona humana. Los ex reclutas contaban experiencias negativas y por eso las nuevas promociones se resistían al SMO. Así por ejemplo a modo de anécdota refiero que los medios de comunicación de la época daban cuenta que el conocido futbolista Pedro o Perico León abandonó más de una vez del cuartel, no sería precisamente por el buen trato y/o las comodidades que le ofrecían en el SMO. Pero lo gracioso del caso radica en lo siguiente: Los hijos de terratenientes, empresarios mineros, banqueros, pesqueros, y generalmente hijos de militares no prestaban SMO pese a que deberían dar ejemplo de patriotismo y así cautelar su patrimonio personal y familiar, velando por la integridad del territorio nacional. En cambio los pobres no tenemos nada que perder, solo una precaria existencia. La excepción militar entre otros la dio el General EP Juan Velasco Alvarado, quien inició la carrera militar como soldado raso hasta llegar a la Presidencia de la República, y con él el Perú recuperó la Brea y Pariñas que por muchos años sirvió de bandera en tantas lides electoreras de políticos tradicionales. En esos tiempos se perdió la página once de triste recordación durante el gobierno de Fernando Belaunde Terry, pues, la corrupción ya carcomía la conciencia cívica en el negocio de las concesiones de recursos naturales, muy de moda en la actualidad. En tiempos modernos y de globalización en que priman las relaciones internacionales, la diplomacia, y cuanta organización existe en el mundo sobre derechos humanos, proscriben la guerra. No obstante la guerra existe como el gran negocio del mundo industrial capitalista. Opera con tecnología de punta, y por eso un país pobre no está en condiciones equilibradas para combatir con otro que posee armas modernas. Los soldados por más patriotas que fueran pasan a segundo plano y no están en capacidad de hacer frente a la guerra tecnológica. Eso explica el auge de la poderosa industria bélica y sus promotores; y para mantenerlo requiere de cuantiosas costos como se evidencia con la Guerra del Golfo Pérsico cuyos sucesos ocurrieron durante los años 1990 - 1991, y la Invasión de Iraq ocurrida el 2003. Veamos: "La Guerra del Golfo.- Estuvo integrada por una coalición internacional de 31 países liderados por Estados Unidos de Norte América y bajo mandato de la ONU. Los países integrantes de la coalición eran Argentina, Arabia Saudita, Australia, Bangladesh, Bélgica, Canadá, Checoslovaquia, Corea del Sur, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Hungría, Reino Unido, Italia, Kuwait, Marruecos, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nigeria, Noruega, Omán, Pakistán, Polonia, Portugal, Qatar, Senegal y Siria. Para la batalla, la coalición había logrado reunir un ejército de 680.000 hombres, 2.000 carros de combate y una flota de 100 barcos de guerra entre los que había seis portaaviones, además de un impresionante despliegue aéreo de al menos 1.800 aviones. Cabe destacar que el contingente norteamericano era por mucho el más numeroso con 415.000 soldados de los cuales 27.000 eran mujeres. Los iraquíes disponían de un ejército de 545.000 soldados, 4.500 blindados y 700 aviones de combate entre los que había MiG-21, MiG-23, MiG-25, MiG-29, Mirage F-1, Su-24 y algunos bombarderos Tupolev Tu-22K. También contaban con un buen número de misiles Scud-B de alcance medio y algunas plataformas móviles con las cuales era posible dispararlos desde cualquier zona en Iraq. Todo esto sin mencionar un importante arsenal de armas químicas y biológicas que diferentes países occidentales, entre ellos Estados Unidos, le habían proporcionado a Saddam Hussein durante la sangrienta guerra que el dictador había librado con Irán unos años antes". (*) "Invasión de IRAQ.- El 20 de marzo de 2003, sin que mediara declaración de guerra por alguna de las partes, comenzó el ataque de la coalición contra Iraq. Para el ataque, los estadounidenses habían dispuesto de 225.000 soldados, 800 tanques Abrams M1, 600 blindados Bradleys M2/M3, 100 helicópteros AH-64 Apache, 200 helicópteros AH-20 Cobra, 100 helicópteros de transporte Chinook, Black Hawk y Sea Stallion, 50-60 F-14 Tomcat, 90 F-15 Eagle, 75 F-16 Fighting Falcon, 180-220 McDonnell Douglas F/A-18 Hornet, 50 A-10, 36 bombarderos B-1B, B-52 y B-2, 60 Harrier AV-8B y 4 grupos de combate maritimo que incluían a los portaaviones Constellation, Harry S. Truman, A. Lincoln y T. Roosevelt. Los británicos dispusieron unos 45.000 soldados, 120 carros Challenger-2, 150 blindados Warrior, 100 aviones de combate entre los que habían Tornado, Jaguar y Harrier y un portaaviones además de 16 buques de guerra. Australia cooperó con 2.000 soldados, tres fragatas, 17 aviones de combate y algunos helicópteros. Para proteger a Israel, las fuerzas de los Estados Unidos desplegaron tres baterías de misiles Patriot en Jordania. Con la intención de defender al país, Saddam Husein ordenó dividir Iraq en cuatro secciones y encargó la defensa de cada región a una persona de su entera confianza. Para combatir, los iraquíes disponían, en teoría, de un ejército de 327.000 hombres, 400.000 reservistas, 2.200 carros de combate de los cuales unos 1.500 eran T-55 y 700 T-72, 2.200 piezas de artillería, 3.000 cañones antiaéreos, entre 640 y 760 lanzaderas de mísiles antiaéreos, entre 70 y 90 helicópteros de combate y 300 aviones de combate de los cuales la mitad estaban fuera de servicio debido a la falta de reparaciones y mantenimiento adecuado. La mayoría de estos aparatos eran Mikoyan-Gurevich MiG-21, MiG-23 y MiG-25 de fabricación soviética y una cincuentena de Mirage F-1 franceses. Antes de la guerra, el ejército iraquí había hecho destruir varios de sus misiles Al-Samud como muestra de cooperación en un intento por detener el conflicto". (*) Entonces, es evidente que la guerra exige inmensa capacidad logística con material bélico, así como el concurso de soldados profesionales con alta capacidad tecnológica y bien remunerada. Mantener la fuerza armada exige alto poder económico para solventar sus costos; y el Perú no está en capacidad de asumir esos costos pese a que muchos opinan que estamos creciendo y en bonanza. En estas condiciones sería absurdo pretender restituir el servicio militar obligatorio por cuestiones subjetivas, y quizá resultaría mejor reestructurar la defensa nacional con criterio realista. (*) Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Golfo http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_de_Iraq_de_2003