jueves, 11 de septiembre de 2008

PARO MEDICO Y JUSTICIA SOCIAL

http://victoromar.blogspot.com/ En el Perú hace falta aprobar una política salarial uniforme que comprenda a todos los trabajadores en general de la administración pública sin discriminación alguna. Vale decir, debe desterrarse todo tipo de exclusión social existente en razón de personas y actividades. Me refiero a que todas las remuneraciones deben pagarse aplicando el principio que dice: “A igual función igual remuneración”. Sean éstos civiles y militares, blancos y negros, cholos y gringos, nobles y plebeyos. La única diferencia radica en la calidad de persona humana que cada cual haya podido alcanzar al "cultivar y pulir el indio que lleva dentro" como decía el doctor médico Jorge Villena Piérola. Naturalmente, esta política salarial debería considerar el grado de dificultad, alta responsabilidad, especialidad, condiciones ambientales y de peligro, etc. que darán derecho a una bonificación especial mientras persistan esas condiciones sin alterar la esencia principal del salario y/o remuneración del cargo. La bonificación podrá variar cuando se modifiquen las condiciones que lo generan desterrando todo pago desigual y discriminatorio. Pero; ocurre actualmente que existe una gama de salarios distintos en función de la naturaleza de las personas, siendo excluyentes y discriminatorios en flagrante violación de los derechos fundamentales garantizados por la Constitución Política y los Derechos Humanos. Estas ventajas se han otorgado por razones políticas y de privilegio que terminaron por generar conflictos sociales entre los mismos cuerpos profesionales como los médicos y otros. Ejemplo: Un médico del Ministerio de Salud percibe menor salario que un médico de la seguridad social - Essalud - pese a que si los individualizamos podría ocurrir que dos profesionales de la misma promoción, especialidad, experiencia, y calidad, cumplen idénticas funciones con la sola diferencia del centro laboral o entidad pagadora de sus servicios. Entonces, ¿a que se debe esta diferencia que al parecer carece de sustento técnico y real? La respuesta solo tiene el soporte legal de una ineficaz y frondosa legislación que debe corregirse de una vez por todas. En otros casos para incrementar el salario se asignaron cuotas de gasolina, entrega de canastas de víveres, y otras formas no muy cristianas que han desnaturalizado el concepto económico y social del salario. A parte del problema salarial, existe otro que compete al empleador - el estado - el cual es inocultable por la escasa, inadecuada y obsoleta infraestructura de los establecimientos de salud, así como carencia de equipamiento e instrumental entre otros. Ni hablar de las medicinas que generalmente no existen. Estas deficiencias obligan en muchos casos que los médicos pongan en juego su propio prestigio y responsabilidad por el uso improvisado e inadecuado de herramientas de mecánico para salvar vidas tal como han informado los medios de comunicación. Los hechos son encomiables y merecen el reconocimiento público. Por su parte el estado debería valorarlo en vez de censurarlos. No podríamos negar algunos casos aislados que de existir serían la oveja negra de la medicina como ocurre en cualquier profesión y/o actividad humana; pero eso no es la regla para justificar actos de soberbia que denigran al médico. El autor de esta nota por ejemplo es asegurado obligatorio desde 1964, y hasta la fecha pago por concepto de seguridad social; pese a ello no recibo servicio alguno debido a las trabas y actitud displicente de la burocracia, no necesariamente del médico. Alguna vez hace más de tres lustros la seguridad social me atendió en consultorio externo en un hospital con nivel IV; el diagnóstico se hizo al ojo sin exámenes auxiliares como tomografía y/o resonancia magnética, expidiéndome el certificado de descanso médico con diagnóstico HNP y la receta indica "piroxican". Este problema me obligó a utilizar servicios particulares hasta la actualidad, y en muchos casos recibo especial atención de amigos médicos que con especial cortesía y en forma graciosa me brindan servicios de calidad. A ellos les renuevo mi agradecimiento y saludo. Por último, no debemos olvidar que existen precedentes de algunas autoridades que con criterio mezquino y soberbio eluden su responsabilidad social con los trabajadores, y ahora le tocó a los médicos. En otros casos se burlan de fallos y sentencias del órgano jurisdiccional que tienen autoridad de cosa juzgada. Prefieren satisfacer jugosos honorarios a los abogados antes que honrar el mísero pago de pensionistas y jubilados conforme lo evidencia el Informe Defensorial Nº 135 de la Defensoría del Pueblo. Existen ejemplos nefastos del propio estado que ha pretendido tener por cumplida la sentencia de Amparo que ordena pago de haberes insolutos, mediante la vil y miserable suma de treinta y un centavos de nuevo sol (S/ 0.31) sin que ninguna autoridad corrija y sancione estos hechos. Todo esto refleja el escaso criterio de los funcionarios por el censurable atropello contra los trabajadores llámese obrero o médico atentando contra los derechos humanos y la seguridad jurídica de los peruanos. Por eso y en defensa de sus legítimos derechos los médicos del Ministerio de Salud han alzado su voz de protesta y podrían generar actos de fuerza en caso de no ser atendidos en su reclamo. Estas prácticas abusivas no ocurren con los extranjeros que si gozan de seguridad jurídica y estabilidad tributaria. Al parecer aquí se practica la ley del embudo y a eso le llaman democracia, justicia social, y estado de derecho, otros pensamos que ésta es la muestra palpable del autoritarismo y la discriminación social. ®