sábado, 7 de agosto de 2010

TRABAJO Y PRODUCCION PARA CRECER

Reflexiones frente al consumismo pernicioso El Trabajo en términos simples es la actividad propia del hombre para satisfacer las necesidades mediante la producción de bienes y servicios a cambio de un salario. En esa óptica los maestros nos enseñaron adagios para cultivar valores que hoy muchos olvidan. El consumismo domina la mente y corazón de millones de personas desplazando incluso a la religión y familia. Así decían los maestros: “el ocio y la pereza son la madre de todos los vicios” - - “el trabajo dignifica al hombre” - - etc. Para los neoliberales las viejas y sabias enseñanzas son anticuadas y carecen de vigencia. Creen que la modernidad y tecnología son la panacea, y el cultivo de valores es anacrónico, craso error………. Cualquier persona que hoy peina canas aprendió a valerse por sí mismo sin dependencia de cosas superfluas y fue feliz. En esas condiciones la sociedad dio al mundo hombres de gran valía intelectual, artística, y deportiva. Ejemplo: Víctor Raúl, César Vallejo, Macedonio de la Torre, etc. Pese a que escasearon los recursos para satisfacer las necesidades primarias y servicios públicos que hoy ofrece la modernidad en abundancia y diversidad. Por su parte, los salarios siempre anduvieron deprimidos y no cubrían la canasta familiar. Pese a ello, cultivamos una vida con alegría y esperanzas, modesta pero digna. Los hijos aprendimos a trabajar en las cosas más simples de la vida, y en ausencia de los padres pudimos resolver problemas cotidianos y afrontamos con valor cualquier dificultad sin descuidar el estudio y tareas del colegio o la universidad. Hoy la vida es más fácil, no requiere esfuerzo ni estudio, basta hacer “click, “copiar y pegar”, etc. Por eso en tiempos actuales, muchos rinden culto al consumismo, y al parecer olvidan el trabajo como factor de la producción. Creen que frente a la abundancia de chucherías y bienes importados a costos ínfimos y sin competencia, sería absurdo impulsar el trabajo; más bien urge la necesidad de promover el consumo sin límites. La meta ideal sería hacer un pueblo de consumidores, y para ello se requiere más tiempo libre para gastar en viajes, diversión, casas de juego, turismo sexual, gastronomía, licores, etc. Y ¿por qué no, quizás deberíamos probar drogas, si somos productores? Durante el gobierno de Fernando Belaunde se optó por suprimir varios días feriados para promover el trabajo y la producción, pues era evidente que existían demasiados días festivos y era negativo para el desarrollo del país. Entonces se emuló la minga con el programa de cooperación popular. No obstante este buen precedente, en la era neoliberal parecería predominar la idea para causar el ocio, la pereza, y holgazanería; y en ese sentido se ha hecho costumbre desde el primer Fujimorismo los feriados largos, que en buena cuenta proscriben el trabajo productivo como fuerza generadora de riqueza con la única finalidad de consolidar la dependencia del mercado externo. Muchos aplauden las medidas del gobierno, pues así habría más tiempo para dar rienda suelta a las bajas pasiones y/o gastar más dinero…….que abunda para muchos. Entre tanto, nuestros compatriotas del ande, así como sus cultivos y animales que le sirven de sustento, perecen por inclemencias del clima producto de la contaminación ambiental. El consumismo no valora a la persona y es negativo para el trabajo y la producción; esa es la razón de feriados largos para promover el consumo, y si alguna persona no dispone de dinero para gastar, el sistema lo financia muchas veces con intereses leoninos. No se equivoque mi estimado amigo, tenga cuidado que podría causarle más tarde que temprano mucho dolor de cabeza. ¡Viva el trabajo!