miércoles, 28 de octubre de 2009

FUTBOL: SOCIEDAD ANONIMA

Los clubes profesionales del futbol parecerían ser entes amorfos sujetos a la especulación, capricho, o lobby de sus promotores; pero no podrían considerarse deportivos. En efecto, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española - DRAE - el deporte es la: “Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”. Se organiza en instituciones sin fines de lucro bajo el marco de los denominados clubes y federaciones que promueven eventos de competición local, regional, nacional, continental, y/o mundial, sujeto a reglas que deben ser claras y precisas procurando evitar actos subjetivos y fraudulentos. El deporte tiene por objeto desarrollar actividades para impulsar la capacidad física y la competición sana, cuyos resultados permiten ganar o perder el evento; pero de ninguna forma se orientan a impulsar o promover el enfrentamiento y/o la discordia. Por el contrario el deporte servirá también para cultivar la solidaridad, la camaradería; así como la salud física y mental. Mente sana en cuerpo sano. Bajo este marco referencial, en el deporte no tienen cabida las barras bravas, las pandillas, ni cualquier otra forma antisocial o delictiva generadora de conflictos que atenten contra las buenas costumbres y la seguridad ciudadana. No obstante, esta realidad subsiste como lacra de la sociedad que todos tenemos el deber de erradicar. Frente a tantos vicios e irregularidades conocidas que no es del caso tratar, surge la idea de convertir a los clubes profesionales de fútbol en sociedades anónimas, es decir, los citados clubes deberán ser convertidos en sociedades mercantiles sujetas a las normas de la Ley General de Sociedades - Ley Nº 26887, y por tanto deberán contar con Estatutos para dicho fin, Reglamento de Organización y Funciones (ROF), Reglamento Interno de Trabajo (RIT), Cuadro de Asignación de Personal (CAP)con sus respectivas planillas que cumplan las normas legales vigentes. Es decir; éstas nuevas empresas deberán ser eficientes y eficaces, pues, no sólo estarán obligadas a tributar impuestos como cualquier negocio, sino que los administradores o gerentes asumirán responsabilidad ante los accionistas y el estado por los resultados de la gestión que se expresará en los estados financieros como Balances y Estado de Pérdidas y Ganancias. Dichos estados reflejan la calidad de la gestión empresarial, y no dependerán más de las nefastas pandillas o barras bravas. Esa es la diferencia más importante que esperamos ver pronto como medida correctiva frente al desorden y anarquía que hizo fracazar el fútbol como deporte. Despues de todo una sociedad mercantil tiene por objeto principal el lucro y no el deporte. Pero eso no significa que el estado renuncie a su obligación social para impulsar, promover, y financiar el deporte como sano esparcimiento para la juventud. Pues, antes que el fútbol como actividad mercantil, el estado debería promover el deporte y sano esparcimiento cultivando el atletismo, la natación, el voleibol, la gimnasia, el tenis, el basquetbol, etc.