viernes, 31 de agosto de 2007

PATRULLEROS CHINOS Y CORRUPCION

Por segunda vez fracasó la compra de patrulleros en menos de un año, y entre tanto la sociedad está desprotegida, no hay seguridad ciudadana, pues, en cualquier momento y lugar del Perú estamos a merced de los delincuentes como ha ocurrido en la zona del sismo en Ica, Pisco, Cañete, etc. Cualquier ciudadano es objeto de asalto y robo para despojarlo de un par de zapatillas, un polo, quitarles una moneda, y/o arrebatar una bolsa de víveres a las amas de caso en los mercados. Muchos incluso han perdido la vida por esta causa, mientras nuestros gobernantes se muestran indolentes. Frente a tan grave situación, la burocracia estatal hace gala de total ineptitud en la compra de patrulleros y otros bienes, lo cual evidencia impericia y algo huele mal, y si esto es así es obvio que urge acción correctiva y sanción inmediata contra quienes resulten responsables de hechos irregulares y presuntamente tramposos. Basta de tolerancia y de impunidad. Durante 186 años de república independiente, el Perú confronta una delicada situación de caos y anarquía que frena el desarrollo sostenido, mientras existen nefastos precedentes de corrupción y dolo que alcanzaron su máxima expresión durante la década de Fujimori y Montesinos. En efecto, para corregir esta triste realidad el año 2000 surge la fuerza popular de una débil democracia despojando a los corruptos e instalando al gobierno transitorio de don Valentín Paniagua, luego vino Toledo y ahora García en un segundo gobierno que se dice del cambio responsable. Después de todo, nada parece haber cambiado excepto los actores y las mañas o mejor dicho los procedimientos. Al respecto don Manuel González Prada decía refiriéndose a la corrupción: donde se pone el dedo salta la pus...y hoy estamos a punto de ahogarnos en ella, sin que existan acciones reales y eficaces para corregir y sancionar las prácticas venales y dolosas que degradan al ser humano y frenan el desarrollo de los pueblos, pese a que el país confronta el mejor momento económico por el alto precio internacional de los minerales y productos agro industriales que exporta. No obstante la gravedad de los hechos el pueblo parece ser indiferente; pero no es así, existe temor natural a la represión con fundadas razones. Aquí no hay justicia y la pita se rompe por el lado más débil, en defecto funciona la ley del embudo, ejemplos tenemos por miles en los propios expedientes de la judicatura. No se necesita ser jurista para entender esta cruda realidad, pues, además son pocos los conocedores de la doctrina, filosofía y casuística. Los demás son abogados egresados de alguna de más de noventa universidades que existen en el Perú cada cual con tres o más filiales a lo largo y ancho del territorio. Pero esta abundancia de filiales no siempre es señal de calidad, y eso es precisamente lo que más falta - calidad de producto. ¿o acaso los autos Chinos son mejores como dice el gobierno?. Entonces, aplicando el principio de oferta y demanda decimos: si bien es cierto existen procedimientos y abundancia de normas que a modo de fábricas se emiten y modifican con notoria frecuencia, no existen normas y procedimientos claros, precisos y eficaces para nada, y eso genera confusión y permite subterfugios favorables para los inescrupulosos. No se trata de judicializar los casos por que eso no conduce a nada positivo, máxime, cuando conocemos la situación real del sistema judicial que tenemos, y más por el contrario ello permite diluir la responsabilidad y consolidar la impunidad de los actores en muchas materias. En conclusión, requerimos una solución pronta que permita la adquisición eficaz de patrulleros, medicinas, equipos médicos, y otros, que son indispensables para el bienestar de los ciudadanos, precisando que estos bienes deben ser adquiridos en óptimas condiciones de calidad y precio. Por su parte el congreso tiene el deber y responsabilidad de investigar el caso, no sin antes corregir e instalar la graciosa comisión de fiscalización.

No hay comentarios: