La noticia llena de orgullo a los peruanos. El Perú es visto por el mundo como buen destino turístico. Pero la jactancia radica en el glorioso patrimonio histórico que nos legaron los antepasados: Allí están el esplendoroso Macchu Picchu, Sacsayhuamán, Ollantaytambo, Huaca Rajada con el señor de Sipán, Chanchán, La Huaca del Sol y la Luna, La Huaca El Brujo con la señora de Cao, Chavín de Huantar, Nazca, y muchas más. No obstante, existen algunos desadaptados y energúmenos representados por un pequeño grupúsculo de ex alumnos de un colegio limeño que dando rienda suelta a su ignorancia y ausencia de valores, recientemente causaron daños al patrimonio arqueológico de Chanchan siendo objeto del repudio general. Antes, otros extranjeros chilenos hicieron lo propio con la piedra de los doce ángulos en el Cusco.
Además, el Perú exhibe enormes riquezas naturales dentro de las que resaltan la biodiversidad, enormes montañas y nevados en los andes como fuente del agua. Allí están el magestuoso lago Titicaca y otros, y por último existe abundancia de minerales como el oro, zinc, molibdeno, cobre, plata, etc.
Entonces; el orgullo de Perú se funda en el glorioso patrimonio histórico material e inmaterial que nos dejaron los antepasados. ¿Pero, que hicieron o que hacen nuestros gobernantes de la era republicana? Lamentablemente, las generaciones recientes heredamos una sociedad en caos y anarquía sustentada en el vicio y la corrupción que crece cada día en forma alarmante. Por esa razón los recursos naturales que constituyen hoy la mejor riqueza para impulsar el desarrollo se negocia a precios vil y por ende tampoco sirven para salir de la pobreza. Pues, los que crecen y se enriquecen no somos precisamente los peruanos sino los llamados inversionistas,
¿Cómo explicar la realidad nacional de la calle; sin empleo, con pobreza e inseguridad ciudadana? ¿Acaso no es deber del estado dar seguridad a los ciudadanos?
Un ejemplo práctico podría graficar mejor la idea del modelo económico vigente y la diferencia entre pobres y ricos conocidos como brecha social. En efecto, empezamos diciendo que si bien observamos que existe abundancia de bienes importados en el mercado, éstos no siempre son indispensables para el uso cotidiano, y no están al alcance del pueblo. Veamos: Si una persona desea comprar un artefacto de última generación como una PC, cuyo precio de venta al contado se estimaría en S/. 2,899, observamos que para un rico que paga al contado su costo real será al menos de S/. 2,899, pudiendo incluso ser objeto de descuentos del diez por ciento por el pago al contado. En cambio, el costo del mismo bien para un pobre que no puede pagar al contado, debe aceptar o solicitar financiamiento con 36 cuotas mensuales, y así el precio de venta inicial sufre significativo incremento pudiendo llegar al costo real a S/. 4,860 o más en razón de los costos financieros, más gastos. Con el ejemplo demostramos como regla general que el rico con más dinero y liquidez, paga menos menor precio en el mercado; y por el contrario el pobre que no tiene recursos muchas veces ni para comer, pero por el consumismo quiere imitar y aspira tener un artefacto moderno resulta pagando mínimo el 67% más del costo de venta inicial. Esta curiosa realidad incrementa la brecha social generando mayores conflictos en la sociedad por efectos del mercado y el consumismo.
